Subida previa hasta el orificio de entrada:
Aquí el grupo de espeleoloc@s cuando todavía estábamos limpitos y aseadines.
¡¡Adentro tod@s!!
Al principio es necesario rapelar un pozo de 9 metros tras el cual nos quitamos el arnés.
Desde luego con el angosto inicio no se imagina la amplitud del resto de la cavidad.
Pero alguno se lo tomó con tranquilidad, ajeno a estos 'pequeños' inconvenientes.
El interior de la cueva resulta espectacular, como leí en alguna ocasión: una cueva gótica.
Fauna de las cuevas.
Y después de mucho curiosear y recrear con el sorprendente espectáculo que brinda el interior de la tierra salimos, pero ahora toca remontar lo que habíamos bajado antes.
Con más o menos técnica y algo de ayuda salimos todos.
Asi acabamos: sucios, revolcados, embarrados, hambrientos, magullados, cansados, sedientos, pero con una gran sonrisa.....................................quizás por haber salido ;-)
Como lo que bien empieza bien tiene que acabar, nos fuimos hasta la localidad de Nigüella para asar unas longanizas y compensar la semana que llevábamos de régimen para dar la talla en los pasos estrechos.
Y nos echamos la siesta........
Y jugamos a las cartas.......
Y lo pasamos muy bien.
Pasos estrechos, trepadas sencillas y cantidad de espeleotemas hacen esta cavidad muy recomendable, pero como pasa con todo siempre con el máximo de RESPETO, algo tan precioso debe conservarse como tal.
¡¡Hasta la próxima!!